Consiste en generar tu propia energía eléctrica a través de paneles solares fotovoltaicos. Producir energía en el mismo punto donde la vas a consumir: tu casa.
El elemento principal de una instalación de autoconsumo fotovoltaico es el sistema de generación, en cuyo caso los paneles fotovoltaicos. Los paneles son la parte más visible de la instalación, normalmente se ubican en la cubierta del edificio y se conectan a la instalación eléctrica de la casa o el edificio. Se necesitan otros elementos como inversores, cableado, elementos de protección, contador si la instalación es colectiva y, opcionalmente, baterías.
Cuando los paneles fotovoltaicos no producen energía suficiente para cubrir totalmente la energía necesaria, se puede continuar consumiendo electricidad a través de la red eléctrica sin que se note diferencia alguna. Por el contrario, en determinados casos, la electricidad producida es superior a la consumida. En estos casos es posible verter el excedente en la red o acumularlo en una batería
Apostar por el autoconsumo es hacerlo por la sostenibilidad. Se contribuye a evitar emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera gracias al uso de energías renovables, inagotables y respetuosas con el medio ambiente. Además, se evita la pérdida de energía en el transporte.
Una instalación convencional de ocho placas solares instaladas en un tejado, con una potencia nominal de 3 kW, supone ahorrar 1.500 kg de CO2 anuales, equivalente a la plantación de 75 árboles.
Una instalación convencional de 3 kW de potencia tiene un coste de alrededor de 5.000 €. Los ahorros y, por tanto, la amortización depende mucho de los hábitos de consumo en la vivienda, radiación solar, orientación..., pero un ahorro medio sería del 50%. De desplazarse la mayor parte del consumo a las horas de producción de la instalación (horas de sol) en condiciones óptimas se podría disparar hasta el 70%.
Estas condiciones podrían permitir un ahorro de 670 euros anuales y una amortización en siete años, de unas instalaciones con una vida útil esperada de más de 25-30 años. Estos cálculos pueden ser más favorables si se aprovechan algunas de las ayudas que impulsan las distintas administraciones para favorecer la transición energética.
El Pacto Verde Europeo tiene un objetivo muy ambicioso en la línea de los acuerdos globales contra el cambio climático: conseguir la neutralidad de emisiones de carbono en 2050. La transición energética necesita proyectos grandes y medios de energías renovables, pero también fomentar el autoconsumo individual.
En este sentido, y en el marco de los fondos europeos Next Generation, se impulsaron unas ambiciosas ayudas para el autoconsumo y el almacenamiento, con fuentes de energía renovable, y en la implantación de sistemas térmicos renovables en el sector residencial. Ésta y otras líneas las gestiona el ICAEN y se pueden consultar en su web.
Además, la mayoría de ayuntamientos han aprobado o modificado las ordenanzas municipales para favorecer a las instalaciones solares de autoconsumo. Se puede llegar a bonificar el 50% del IBI durante 3-5 años y hasta el 95% del impuesto de construcciones (ICIO).
Los requerimientos para instalar placas solares fotovoltaicas son reducidos: una superficie de un mínimo de 10 metros cuadrados para poder instalar al menos 7 o 8 paneles. Sin embargo, es importante que un profesional sea el encargado de determinar el tamaño ideal para optimizar el rendimiento –es ineficiente que sea demasiado pequeño y demasiado demasiado-.
Por lo general, un emplazamiento ideal debe ser una superficie libre de sombras, chimeneas, árboles o antenas. Los paneles deben tener una orientación sur –o también sudeste o suroeste- y también combinables, una opción muy interesante, y se debe evitar zonas rodeadas por edificios altos que bloqueen la radiación solar.
Las instalaciones de autoconsumo pueden ser individuales o colectivas. En las individuales, la instalación de generación está asociada a una sola vivienda -habitualmente unifamiliar- que alimenta sólo los consumos propios de la casa: alumbrado, electrodomésticos, etc.
La normativa también permite que más de una vivienda esté asociada a la misma instalación de generación. Son las instalaciones de autoconsumo colectivo y que pueden servir para una comunidad vecinal, donde todas o algunas viviendas comparten la instalación fotovoltaica ubicada en la cubierta del edificio. Esta instalación también puede alimentar a los servicios comunes, como el ascensor o alumbrado de la escalera.
La normativa también diferencia las instalaciones de autoconsumo con o sin excedentes. En las instalaciones sin excedentes existe un sistema llamado antivertido, que evita que haya electricidad que se inyecte en la red. En las instalaciones con excedentes, además de suministrar energía por el consumo propio, cuando se está produciendo más electricidad de la que se necesita, se puede inyectar el sobrante en la red de distribución eléctrica.
Con el nuevo modelo distribuido, cada hogar puede convertirse en un punto de generación y distribución. Se trata de un modelo descentralizado que puede dar respuesta a tres grandes desafíos: una creciente demanda de electricidad, la necesidad de recurrir a fuentes renovables y limpias, y la reducción de las pérdidas de energía derivadas del actual sistema.
El actual modelo supone pérdidas de energía que pueden evitarse si la generación se acerca al lugar de consumo. Además, el recurso a energías limpias como la fotovoltaica puede ahorrar gran cantidad de emisiones contaminantes asociadas a la actual producción de energía. Asimismo, favorece a la digitalización de la energía y las redes inteligentes.
Cuanto más se aproveche de forma instantánea la electricidad generada por la instalación de autoconsumo, mayor será el ahorro y en menos tiempo se amortizará la instalación. Además, es habitual generar más energía de la que se necesita y tener excedentes de electricidad.
Para instalaciones con potencia inferior a 100 kW existe la posibilidad de acogerse a un mecanismo de compensación simplificada de los excedentes. Este mecanismo permite compensar los excedentes con el consumo de forma mensual en la factura, sin necesidad de tener el alta como productor eléctrico y sin ejercer actividad económica.
Esta compensación mensual de los excedentes la realiza la empresa comercializadora de electricidad y se refleja en un descuento en la factura eléctrica. El descuento nunca puede ser superior al coste mensual de la parte variable (término de energía) de la factura.
La tramitación administrativa de la instalación requiere trámites en los ámbitos municipal y de la Generalitat, además de la compañía distribuidora, en función de la potencia y tipología de la instalación.
El trámite urbanístico –consistente en una comunicación previa- debe realizarse en el Ayuntamiento. El procedimiento de acceso y conexión a la red –exentas instalaciones de hasta 15 kW en suelo urbano con dotaciones e instalaciones sin excedentes– debe realizarse en la compañía eléctrica distribuidora. Por último, la inscripción en el Registro de Autoconsumo de Cataluña es competencia de la Generalidad.
El ICAEN recomienda que el profesional o empresa que haga la instalación asuma directamente su tramitación o dé soporte.
Las instalaciones para rebajar el coste de las facturas en grado importante en ocasiones puede ser demasiado cara, hay soluciones para dar el paso, probar y lo más importante es que en caso de ampliación futura, esta inversión se pueda mantener y apoyar la que ya tenemos.
Si adoptamos las medidas de favorecer el consumo cuando haya radiación solar, optimizaremos nuestra producción y por tanto el coste.
Estas instalaciones pueden ser con paneles solares flexibles (un poco más caros) con micro inversores, adaptables a nuestro balcón, marquesina, fachada, toldo, todo lo que pueda recibir radiación y nos guste físicamente su incorporación, recordemos que además mas nos quitará radiación solar y por tanto calor, pueden sustituir a techos en marquesinas, etc
Hasta 800w podremos enchufar directamente a nuestra red particular sin realizar trámites, (si es superior 1200w 1600w ya habrá que hacer más cosas). estas instalaciones pueden realizarse desde 2.000€ y en verano podemos ahorrar entre: 1-1,5€ / día
Hoy son los componentes más caros y que deben evolucionar más, una batería representa disponer de energía cuando no tenemos radiación y por tanto aprovechar mejor la generación de energía, hay portables y fijas, de diferentes capacidades, son difícilmente amortizables por el momento pero si el consumo es grande, porque tenemos un coche enchufable o eléctrico, o bien queremos sustituir el gas por la electricidad, si que tiene sentido.
Muchas veces pienso que si hay países que tienen una radiación por encima de la mitad de nuestro país y van por delante es que tenemos mucho trabajo por hacer, y la primera en concienciación que es el camino y nos corresponde a todos seguir este camino todavía que represente un esfuerzo